Sin una sonrisa,
sin probar comida ni bebida,
estuvo sentada,
consumida por la nostalgia
de su hija de ajustada cintura,
hasta que la diligente Yambe,
con sus chanzas
y sus muchas bromas,
movió a la sacra soberana a sonreír,
a reír y a tener un talante propicio,
ella que también luego,
más adelante,
agradó a su modo de ser.
Himnos a Deméter – Homero
<< Die alte Baubo kommt allein
Sie reitet auf einem Mutterschwein>>
(La vieja Baubo viene sola,
Llega cabalgando una cerda embarazada).
Goethe – Fausto
Baubo, el mito
A Yambe o Baubo se la hace llamar diosa, aunque no es exactamente una diosa, es un símbolo dentro del misterio. La primera mención a Baubo la encontramos en los Himnos homéricos a Deméter que tendrá una relación directa con los misterios eleusinos y después con los órficos. Aunque para Joseph Campbell, Baubo marca la transición a los misterios dionisiacos.
Como he comentado, la transición o la historia de Yambe o Baubo cambia en pequeños aspectos según en qué zona se cuente el mito, aunque todos sabemos que Eleusis se encontraba a las afueras de Atenas, es posible que hubiese ciertos cambios del mito. Además, más adelante veremos que su origen es antecesor a la Magna Grecia.
En algunas partes del mito, Baubo es una criada del Rey de Eleusis y en otro es la mujer de un pastor. En ambos casos no se la glorifica como diosa ni tiene lugar en el panteón, aunque su hazaña es notoria.
Deméter está completamente desconsolada tras el rapto de Perséfone, su ira es enorme tras la pérdida de su hija y esa ira acaba transformándose en tristeza. Este estado de Deméter hace que se sequen las cosechas, que las semillas no crezcan y que muera la naturaleza con sus lágrimas. Nadie consigue consolarla, ningún dios o ninguna diosa consigue hacer que termine su mal estar.
Un grupo de mujeres la invita al palacio del rey de Eleusis para que descanse y se recupere. Deméter en este momento se sienta en un pozo y comienza a llorar. Las mujeres le ofrecen una bebida de cebada, pero Baubo aparece y para animar a la diosa, realiza una serie de gestos y danzas. Entre estos gestos y danzas se recalca que son obscenos porque Baubo le enseña su sexo a Deméter. La diosa al ver las danzas de Baubo echa a reír, algo que no había conseguido nadie, lo consigue Baubo desde el humor y lo obsceno. Como diría Campbell, la comedia distrae lo trágico.
Con este cambio de humor, las plantas, las cosechas y las lluvias vuelven a su cauce, llenando al mundo de una total primavera.
Los misterios y Baubo
Los misterios eleusinos se cree que podían tener sus inicios en la época micénica y según la antropóloga Mithu M.Sanyal de alguna forma sobrevivió esta celebración hasta principios de la Edad Media. Los misterios de Eleusis eran sagrados, podía acudir todo el mundo, pero no podían ser desvelados, así que todo lo que sabemos de ellos es a través de las muchas investigaciones que han ido recolectando la información de estos y la figuración de ellos. Lo que conocemos de Baubo por lo tanto, procede de fuentes cristianas como Clemente de Alejandría, Eusebio de Cesarea o Arnobio de Sicca.
Por otra parte, lo que entendemos de Baubo su significado original y lo que podría haber significado en el ritual femenino lo hemos perdido, solo podemos hacer alusiones o comparaciones con lo que significó el gesto con otros datos. No existe un conocimiento positivo porque hemos separado signo de significado como defiende Monika Gsell.
Aun así, los misterios podemos saber que tenían una función psicológica social en un momento en el que Atenas como gran urbe pierde su sintonía con la naturaleza y las investigaciones de eruditos como Karl Kerényi u otros tantos investigadores nos hace tener unas nociones de la importancia que pudieron tener los misterios y la figura de Baubo en estos.
El gesto de Baubo fue un gesto esencial en los misterios de Eleusis dedicados a Deméter y Perséfone. Se realizaba una especie de procesión en la que parecían espíritus, cubiertas con un velo para acercarse a Eleusis pasaban por el río Ceso que ahora no existe, pero antes había que pasar un enorme puente para cruzarlo. En ese puente les esperaba unos juegos con danzas y burlas llamados gephyrismoi o <<chanzas del puente>>. Estos juegos dicen que los desempeñaba una hetaira o un hombre con máscara de mujer, que reproducía los gestos y burlas de Baubo que hizo reír a la diosa. Quizás este momento era para quitar tensión en el proceso del misterio ya que era el momento en el que les daban a beber el famoso kykeon, una bebida que es posible que tuviese elementos alucinógenos. También se dice que es el momento en el que se reparten unos bollos con forma de vulva, como se representa a Baubo, que sería parecido a un panecillo o la hostia de misa llamados mylloi.
A partir de este momento es cuando empiezan a reproducir los sonidos de gozo o los gritos que <<Yaco o Iakche>> que es un momento en el que la diosa parece llamar a Dionisio o se habla de un pequeño Dionisio en ese momento. Hay también mitos en los que dicen que Baubo desde su enorme vagina da a luz a un pequeño Dionisio y por ello se cree que es una antesala a los misterios dionisiacos.
Esto de reproducir los estados y los sonidos de la diosa también debían hacerlo antes en la iniciación, reproduciendo el sonido de su llanto y dolor antes de entrar en el Telesterion (una gran sala que pertenece a los misterios y se dice que estaba la representación de las diosas).
Hay una versión de que el momento del rito en el que aparece Baubo no es en el puente sino en la agelastos petra, la <<roca sin risa>> y esto solo lo podían ver quienes entraban en el recinto sagrado de Eleusis. El pozo donde se sentó Deméter también era decorado con los mylloi y flores.
En el Peloponeso también se iniciaban unas fiestas a la Diosa Virgen Despina, relacionados con la Core (Perséfone) en la que se realizaban danzas salvajes con máscaras.
Antes de Bubo
En Japón hay un mito de una diosa primordial muy parecido al de Deméter y Baubo. En este caso es la diosa Amaterasu, diosa madre y diosa del sol, al ser violada por su hermano ella se esconde en una cueva. Al esconderse aparece un enorme diluvio, es cuando los dioses se preguntan cómo pueden hacer que salga y consolar a Amaterasu. Montan una fiesta enfrente de la cueva para que no pueda resistirse a salir. En este caso Amaterasu ve bailar de una forma graciosa a Ame no Uzume, que se rasga el vestido y enseña su vulva, Amaterasu sale de la cueva y se ríe. El diluvio para.
Pero enseñar la vulva como gesto sagrado o casi iniciático lo encontramos también en textos del antiguo Egipto escritos por Diodoro Sículo. Los textos se refieren al rito tras la muerte del toro Apis en el que solo las mujeres podían acercarse a él y enseñarle sus genitales.
Isis cuando llora la muerte de Osiris también necesita ayuda y consuelo, aparece la figura de Bebt que realiza el mismo gesto, enseñarle su sexo. Durante el culto a Isis se realizaban danzas en el que las bailarinas arrojaban sus siete velos hasta quedarse desnudas y enseñar su sexo.
A su vez, los siete velos de Isis guardan relación con los siete velos de Ishtar, la diosa mesopotámica que en Sumeria la llamaron Inanna y los semitas Astarté. En el Himno a Inanna, la diosa baja por su propia decisión al infierno, de camino al inframundo la diosa en cada puerta, de las siete que hay se quita un velo. Pero también sabemos que, en el Himno, canta a su vulva que la compara con un cuerno o con la luna nueva.
Estos mitos nos permiten conocer que la vulva adquiere un símbolo sagrado, casi protector.
Lo de protector es porque a principios del siglo XVIII encontramos fábulas en las que mujeres enseñan su sexo al diablo y así les espanta. Pero también encontramos una versión curiosa del cuento de Blancanieves en el que se cree que es un antiguo ritual italiano en el que una joven menstruante debía bajar a una mina de hierro para mostrar su sexo.
La vulva sagrada,
símbolo protector
La antropóloga Mithu M. Sanyal nos trae un culto preislámico que nos explicará el símbolo protector de la vulva como símbolo de la diosa primordial y que aún persiste en lugares sagrados.
La Kaaba de La Meca está enmarcada por un símbolo de plata con forma de vulva que hace referencia a la diosa lunar Al’Uzza. Esta diosa es una triple diosa, Al’Lat la que era venerada en La Kaaba en tiempos preislámicos. Esta información la da el obispo de Salamis, Epifanio, en el siglo IV. Ya entonces era un lugar de culto al que peregrinaban miles de personas alrededor del año 1900 a.C. Aun hoy se deben dar siete vueltas a La Meca, como los siete velos de Isis que hemos comentado anteriormente.
Tras la modificación del sura 53 en el Corán, estas diosas van desapareciendo, como en el resto de las religiones semíticas y en sus principales libros. De hecho, desapareció también el oráculo de Al’Uzza donde también aparece el mito de matar a la serpiente que vive en el en el pozo de la Kabba. Al igual que Apolo mata a la serpiente o el dragón del oráculo de Delfos para apropiárselo.
En la religión cristiana también podemos encontrar la vulva como símbolo protector. Casi parece evidente en la forma de almendra de la mandorla mística que muchas veces encontramos en la puerta de las iglesias o catedrales.
Al principio del cristianismo a esta almendra o vulva la llamaban vesica piscis o <<vejiga de pez>>. La forma en la que pintaban el pez tiene también cierto sentido, ya que la palabra pez en griego es ixtys que es el seudónimo de Iesous Christos Theos Hyios Soter, << Jesus Cristo Hijo de Dios Salvador>>. Pez también tenía otro nombre en griego que era delphos, que también significa matriz femenina.
Otro ejemplo que podemos encontrar de la vulva como símbolo protector en las iglesias es el de la conocida Sheela-na-gig. Una figura que abre su vulva y normalmente se encuentra en capiteles o decorados de las iglesias. Fue un fenómeno medieval que no se dio en muchos lugares, mayoritariamente en Irlanda e Inglaterra y también algunas en Francia o España. Su origen es desconocido o carece del significado como Baubo. La antropóloga Margaret Murray pensó que era un símbolo protector que alejaba el mal y que también fueron halladas en tumbas de mujeres.
Sheela-na-gig podría ser también la supervivencia de la representación de la diosa Morrigan, aunque también podría simbolizar en otros ojos el pecado de la lujuria.
La risa de Baubo,
la risa ritual inicíatica
De Baubo podrían escogerse muchos temas de los que hablar, pero uno de los más importante no solamente es su gesto y su personificación sino lo que crea, el humor, la risa.
Hay un cuento eslavo que analiza el antropólogo Vladimir Propp y es el de La Princesa Nesmeyana. La princesa nunca ríe y a su padre el rey eso le preocupa, así que otorgará la mano de su hija a aquel que le haga reír. El cuento varía, pero como hemos contado en otras ocasiones, un chico al tocar la flauta y hacer bailar unos cerdos despierta la risa en la princesa. Volveremos a los detalles del cuento más adelante, pero el simbolismo de la flauta y los cerdos ya nos dan una pista que nos recuerda al mito eleusino.
Vladimir Propp propone en su investigación sobre la risa ritual como un ímpetu de vida. Los muertos no sonríen, por lo tanto, es una característica de la vida. Expresa en su máxima intención la plenitud, el resplandor del sol y la intensidad.
Hay muchos mitos en el que el vivo puede aparecer en el mundo de los muertos, pero si los muertos descubren su vitalidad le abrazaran para siempre y por ello debe permanecer sin reír y sin gesto. Este otro mundo, es un mundo en el que entran los chamanes como por ejemplo en los chamanes esquimales existe una mujer vieja que se llama <<la cortadora de entrañas>> donde hace unos bailes y contenidos sarcásticos en los que no puedes reír. También existe una variante en Groenlandia de esta vieja.
Pero la risa también es un gesto que da la vida, por ejemplo, en el rito de las fiestas lupercales, al volver a la vida o la teatralización del regreso del mundo de los muertos, los jóvenes iniciados debían reír.
Otro ejemplo es el nacimiento de Psique en un texto greco-egipcio, un dios empezó a reír y creo a siete diose. Pero el día que rió de verdadera alegría nació Psique. Si la divinidad ríe crea.
Lo que conseguimos ver con esto es que la risa marca una transición entre el mundo de los vivos y de los muertos. Entre los antiguos sardos existía una costumbre de matar a los viejos, no sabemos si es por una cuestión de decisión propia o una cuestión cultural, pero al matarlos reían bruscamente y muy alto, de ahí viene lo de <<risa sardónica>>. Se cree que era para dar un nuevo nacimiento tras la muerte.
Estrabón también escribía que los nómadas egipcios enterraban a sus muertos mientras reían. Volviendo a Cerdeña, tienen una figura llamada la bullona que es una mujer que tras el entierro de un ser querido intenta animar a los familiares con bromas.
En cuanto a la simbología del cuento de la princesa Nesmenaya tiene muchos paralelismos con Deméter. Nesmenaya dice que duerme nueve días y baila otros nueve, un número que Campbell defiende que está relacionado con la Diosa. Este ejemplo es parecido al de la Core, una princesa de un rito agrícola en el que solo duerme y después baila en los bosques con los animales. La representación de Nesmenaya es una princesa bajo la tierra sentada en un trono y volando sobre un carro con dragones de fuego. En otros cuentos es una princesa sumergida en un sueño profundo, de sus pies brota un agua mágica que cura. De ella a veces se la llama la giganta Usonsha (un nombre que en ruso tiene que ver con el sueño) y de ella crecen árboles con manzanas.
Desde luego nos encontramos con un cuento relacionado con el mito ya que es mucho posterior y la carga simbólica nos revela el posible cuento de una diosa madre.
Me permito añadir de por mi parte el carácter diabólico que se le ha atribuido a la risa mucho después, apareciendo como algo completamente disociativo y casi un ruido que despierta miedo. No sería descabellado que la demonización mucho posterior de todas las características llamadas paganas por parte de las principales iglesias, entraría la risa como un símbolo más de <<lo maligno>>. Es una característica casi principal que podemos ver en películas o cuentos en el que los fantasmas ríen, los niños diabólicos ríen, pero también nos resuena la risa de la bruja como algo diabólico.
La supervivencia de Baubo.
La Fiesta de La Maya en La Sierra de Madrid
Quien no conozca la Fiesta de La Maya, es una fiesta que se suele celebrar en muchos pueblos de la Sierra de Madrid, entre ellos el más conocido es Colmenar Viejo, pero en Soto del Real también se festeja.
La Maya se celebra en <<los mayos>>, otro festivo singular en la Sierra de Guadarrama pero que también se da en muchos pueblos de la Península con la llegada de la primavera.
La festividad consiste en elegir a la reina de los mayos o a La Maya. Para ello muchas familias preparan a sus hijas y las visten de blanco con coronas de flores, el mantón de Manila es mucho posterior y casi turístico. Las niñas deben permanecer serías, los chicos al acercarse deben hacerlas reír y quien la haga reír se la lleva como acompañante. La que más aguante sin reír es La Maya o la reina de los mayos.
Para muchas personas que habían que compartíamos localidades en las que se realiza este festejo siempre nos dio un poco de repelús, sobre todo porque sigan siendo niñas.
Es una fiesta que actualmente se han agenciado las parroquias, pero la raíz como vemos desde Baubo hasta ahora es mucho anterior. El vestido blanco siempre ha simbolizado la pureza, que va ligado a la virginidad. Antiguamente, las niñas que participaban en La Maya eran las que habían tenido su primera menstruación aquel año, porque la primera menstruación marcaba ya el paso de niña a mujer.
Pero como dice Propp, la risa no es una risa tonta, la risa otorgaba poder y capacidad de decisión. Reírse ante otro significaba aceptar al otro, pero la decisión siempre la tomaba ella porque no le es indiferente quien será su esposo, ella lo elije entre todos. Esta parte de La Maya forma parte de un rito ancestral de los pueblos agrícolas como vemos y algo de esta festividad ha sobrevivido, aunque haya perdido su significado.