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Gustav Meyrink, vida y obra del autor de El Golem

Gustav Meyrink (1868-1932) fue un autor y traductor austríaco conocido por sus novelas de terror y fantasía. Nació en Viena, pero su nombre se asocia con la ciudad de Praga donde vivió más de dos décadas. Sus obras más famosas incluyen El Golem y El rostro verde y El ángel de la ventana de occidente, las cuales exploran temas de ocultismo, espiritualidad y religiones orientales. El Golem, en particular, es considerada una de las obras más importantes del género de terror y ha tenido una influencia significativa en la literatura.

Gustav Meyrink
Escritor Gustav Meyrink (1868-1932)

Datos biográficos

Los datos que se tiene de la vida de Meyrink a menudo son escasos y contradictorios. En sus escritos autobiográficos hacía referencia más a sucesos internos/espirituales que a los externos.

Gustav Meyrink (nacido Meyer) nació en Viena el 19 de enero de 1868. Su madre, Marie Meyer, era actriz de la corte en Stuttgart. Su padre era el Barón Friedrich Karl Gottlieb Varnbüler von und zu Hemmingen. Cuando nació Meyrink, era Ministro de Exteriores y Presidente del Consejo de Asesores. No podía reconocer a su hijo porque era aristócrata y estaba casado, pero depositó una gran suma de dinero de dinero que la madre utilizó para financiar la educación de su hijo.

En 1919, cuando Meyrink ya era un escritor famoso, la familia Varnbüler se ofreció a reconocerle como uno más de la familia, pero Meyrink no aceptó.

Meyrink estudió en Munich, Hamburgo y en Praga, dependiendo de los trabajos de su madre. Cuando su madre se mudó a San Petersburgo en 1885, Meyrink se quedó en Praga, ciudad en la que permaneció de los 15 a los 36 años (desde 1883 hasta 1904) y donde cursó estudios de banca en la Escuela de Comercio de Praga.

Se casó dos veces: en 1893 con Hedwig Aloysia Certl. En 1986/87 conoció a la que sería su segunda esposa, Mena (Filomena) Bernt. Se comprometieron en secreto y se casaron solo en 1905 en Dover cuando la primera mujer por fin firmó el divorcio.

El apellido de nacimiento era Meyer, pero adoptó el pseudónimo de Meyrink desde 1900 cuando empezó a publicar sus relatos . Se dice que era la versión antigua del apellido familiar con orígenes nobles. Según dijo, cambió de apellido porque era demasiado común. En 1917, tanto su mujer como sus hijos obtuvieron permiso para cambiar su apellido.

Praga

A mediados del XIX, en Praga la mitad de la población hablaba alemán, pero había sensación de que los checos y los alemanes pertenecían a la misma comunidad. Todo eso cambió hacia 1880 con la llegada del pensamiento nacionalista y antisemita.

Los checos que ocupaban el consejo municipal, esperaban que Praga se convertiría en un símbolo de la nación resurgida gracias a la industrialización, la demolición de los suburbios como Josefstadt, el antiguo gueto judío, el cementerio, el ayuntamiento y algunas sinagogas.

Para los escritores y artistas Praga pronto se convirtió un símbolo de la decadencia que evocaba el pasado y el romanticismo. Meyrink se refería a ella como “la ciudad del latido secreto”. Fue Praga y lo vivido allí lo que le formó a Meyrink como escritor e influyó en sus intereses ocultistas. Pero también Meyrink, a su vez, ayudó a crear una imagen misteriosa y decadente de Praga.

Tres de sus cinco novelas están ambientadas en Praga. Para él era una ciudad especial, pero por desgracia, no la asociaba únicamente con lo bueno. En 1901 se vio involucrado en un escándalo público, pasó unos meses en presión a la espera del juicio, lo que le llevó a perder su negocio de banca y su salud .

El escándalo

Al parecer, en 1889 Meyrink fundó en asociación con un tal Johann David Morgenstern la banca Meyer & Morgenstern. Se supone que utilizó como inversión para unirse al banco los fondos que le había dejado su padre hasta que alcanzara la mayoría de edad. Luego creó su propio banco al llamó “el primer banco cristiano de Praga” (aprox. 1893 -1902). No se sabe si era un banco o una oficina de cambio.

Entre 1901 y 1903 hubo un asunto de duelo, razón de la que podemos deducir que Meyrink era muy sensible con cuestiones que atañían su honor personal.

En 1901, Meyrink afirmó que había sido victima de un insulto “a sus espaldas” por parte del doctor Bauer cuando estaba enfermo. El doctor Bauer rechazó el desafío a un duelo (de esgrima, seguramente), porque Meyrink era “incapaz de proporcionar satisfacción” al ser hijo ilegítimo. Meyrink llevó el asunto a tribunal militar encargado de los asuntos de honor. El tribunal se puso de lado de Bauer. Meyrink consiguió un documento de policía que afirmaba que “no se le conocía ninguna desventaja”. Nuestro escritor acusó al presidente del tribunal, Capitan Budiner, de mentir. Como consecuencia, Meyrink fue acusado de difamación y condenado a 14 días de cárcel, que al final quedaron en una multa. Pero Meyrink apeló, 10 días después fue arrestado bajo **sospecha de fraude** y estuvo en prisión más de un mes y medio. Durante la investigación no se encontró ningún error, pero la reputación de Meyrink quedó dañada y eso arruinó su negocio.

Tras su marcha de Praga, vivió un corto período de tiempo en Viena, Montreux y después se trasladó a Bavaria donde primero vivió en Múnich (1906 – 1911) y después se mudó a Starnberg donde permaneció hasta el final de su vida. Desde 1918 hasta 1928 vivió a las orillas del lago Stranberg, en la casa a la que llamó “La casa de la última farola”, como la casa fantasmal en el Callejón de Oro en Praga, que se les aparece a algunas personas. Y en la que vive el Golem.

Personalidad de Meyrink

Meyrink tenía una clara postura antimilitar. No fue reclutado porque le consideraron “mentalmente inapropiado”. Aunque, al parecer, fingió para librarse del servicio militar.

En otros aspectos, también era un personaje extravagante, vestía a la última moda inglesa, tenía mascotas exóticas, hacía esgrima en el Club de Caballeros, participaba en campeonatos de remo, era miembro del Casino de Praga y acudía a fiestas exclusivas. Decía que era una de las primeras personas en tener el coche de motor Praga, en su casa tenía un confesionario auténtico, imágenes de Madame Blavatsky, una estatua de un fantasma que desaparecía en la pared, Budas de bronce, dibujos mediúmnicos colgados en marcos metálicos, escarabajos y espejos mágicos.

A finales de 1890 en Praga, se rodeaba de un grupo de jóvenes artistas que le admiraban. Al mismo tiempo tenía una posición ambigua: era rico pero marginado por ser hijo ilegítimo. Este hecho, en un par de ocasiones, le llevó a ser rechazado a participar en un duelo porque le convertía en alguien “incapaz de proporcionar satisfacción”.

A Meyrink le gustaba provocar a la buena sociedad y quería convertirse en “el *dandy* más vanidoso de Praga”. Decía que practicaba yoga durante ocho horas al día, remaba otras cuatro, y decía que era capaz de abandonar su cuerpo cuando quisiera.

En cuanto a la salud, se conoce que sufrió de diabetes y tuberculosis de la médula espinal (le dejó una leve cojera), afirmaba que se había curado de ella mediante yoga, aunque a fina de su vida volvió a agudizarse.

Intereses por el ocultismo

La búsqueda de la verdad para Meyrink empezó tas un suceso que marcaría el resto de su vida. Se interesó por todo lo relacionado con las ciencias ocultas. Hacía experimentos con los tableros de ouija, sesiones espiritistas con mediums, decía que había intentado hacer experimentos alquímicos para fabricar oro, en otras palabras, lo había probado todo. Incluso drogas para expandir la mente, pero no obtuvo resultado buscado. A pesar de sus intereses por lo oculto, reconoce que solo ha visto un par de fenómenos que no pudo explicar.

También hay que tener en cuenta que escribió sobre sus experiencias para ser publicadas cuando necesitaba dinero.

El encuentro con el Piloto

Todo empezó así:

A la edad de 23 años había sufrido una decepción. Escribió una carta a su madre y cargó la pistola. En ese momento, alguien pasó por debajo de la puerta un panfleto espiritista que decía “vida después de la muerte”. Meyrink apartó la pistola y lo leyó. Tras ese suceso, empezó su viaje hacia lo oculto. Y nunca más volvió a coger la pistola.

Más tarde se referiría a ese fenómeno como el “Piloto con la cara cubierta con una máscara de invisibilidad” o el destino. Luego afirmaría que había surgido desde su interior, desde lo más profundo de su mente.

Así empezó su viaje hacia lo oculto. Empezó a comprar todos los libros sobre el ocultismo que encontraba, sin importar lo que costaran. Así hacia 1902 había gastado la gran parte de su herencia.

A lo largo de los años se fue uniendo a sociedades y órdenes ocultistas y hermandades místicas de la época: masones, rosacruces, iluminati, la Sociedad Teosófica. Pero salía tan rápido como entraba.

Fue uno de los fundadores de la Logia Teosófica de la *Estrella Azul* en Praga (1891). Intercambió correspondencia con Mead Y Annie Besant de la ST, pero no tardó en decepcionarse con la que llamó la “moda teosófica”. Después de probar ejercicios de yoga, ayunos, ingesta de alucinógenos, concluyó que solo llevaban a la aniquilación de la persona que los practica y la división de la conciencia.

En 1927 abandonó oficialmente la Iglesia y se declaró “budista de la Escuela del Norte”.

Con los que más trato tuvo —13 años— fue una secta cristiana de Rosacruces y su líder el Hermano Johannes. Meyrink afirmó muchos años después que, aunque todo experimentado durante esos años de intensa búsqueda no le sirvió de nada en aquel momento, de no haber pasado por ello, no habría logrado despertar una vida interior y no se habría producido un “cambio de mentalidad” que le convirtió en escritor.

Meyrink el escritor

Parece ser que ya en 1897 Meyrink ya había escrito su primer relato. Pero fue tras el fin de su carrera como banquero, cuando tuvo que buscar otra forma de ingresos.

Empezó a publicar en la revista semanal Simplicissimus. Principalmente publicaba relatos satíricos en los que apuntaba a la monarquía, la aristocracia, el ejército, la policía, la Iglesia y los nacionalistas. En total fueron 37 relatos, con elementos tan diversos como el ocultismo, lo grotesco, lo sobrenatural, la sátira o la caricatura. Lo que no le gustaba era el arte realista.

Sus relatos satíricos y de venganza, en los que ridiculiza a los militares y los pequeños burgueses, se inspiraban claramente en su experiencia en Praga.

En Viena trabajó como editor en la revista *Der liebe Augustin* (1904) en la que publicó trabajo de sus amigos de Praga y traducciones de autores extranjeros.

Entre 1907 y 1908 colaboró con la revista März .

Pero las ganancias de las publicaciones no eran regulares y tuvo que buscar otras fuentes de ingreso. Entre sus traducciones destacan las que hizo de las obras de Charles Dickens entre 1909 y 1914 (un total de 16 libros de los 20 planeados porque las ventas fueron bajas). Sus traducciones se han vuelto a editar y se consideran más fluidas que otras, tal vez porque utilizara el Parlógrafo.

También escribió, sin mucho éxito, cuatro obras de teatro junto con el escritor Roda Roda (Sandór von Rosenfeld) entre 1909-1913.

A finales de la década de 1920, se ganaba la vida con artículos de prensa y traducciones, entre los que se encuentran *Cuentos de hadas japoneses* de Lafcadio Hearn o relatos de Kipling.

Como vemos, tras el cierre de su banco, su vida estuvo marcada por penurias económicas. Debido a eso, lo que necesitaba era escribir textos más largos que relatos para revistas. Ya en 1907 estaba pensando en escribir su primera novela.

El Golem

No se sabe la fecha exacta en que empezó a atrabajar en la que sería su primera novela, pero la primera mención de El Golem es de 1907.

Se publicó primero por entregas en la revista *Die Weissen Blätter* entre 1913 y 1914 y como libro en 1915 por Kurt Wolff Verlag, acompañado de 8 litografías de Hugo Steiner-Prag.

En 1911 se publicó un extracto (capítulo 3) en la revista *Pan* con el título de *La piedra de las profundidades.*

Debido a su situación económica, Meyrink acordó con el editor que le pagasen 10 000 marcos como un único pago por los derechos y traducciones. Luego se quejó por haber regalado los derechos y que sus editores le engañaran.

El Golem vendió 145 mil copias en menos de dos años. En 1925 había vendido 222 mil. Con total seguridad, ese éxito se debió a una campaña de publicidad sin precedentes organizada por Georg Heinrich Meyer de la editorial Kurt Wolff Verlag.

Como hasta la fecha Meyrink sólo había escrito relatos cortos, tuvo algunos problemas con la composición de una obra más larga. Se cree que dos personas le ayudaron con la estructura: Felix Noeggerath y Friedrich Eckstein.

Noeggerath, que tenía conocimiento de matemáticas, filosofía, religión, al parecer, le ayudó creando una especie de carta astral para el libro, dibujando un punto por cada uno de los personajes y uniéndolos por líneas si tenían relación. De ese modo descartó 90 personajes de 120. Esta historia es algo dudosa.

Sin embargo, la historia de Friedrich Eckstein parece tener una base más sólida. Cuando Meyrink tuvo un bloqueo, Eckstein dibujó un tablero de ajedrez e insertó dentro a los personajes que Meyrink debería mover en los siguientes capítulos.

Una gran parte de El Golem transcurre en Josefstadt, el antiguo gueto judío, con casas apiladas y callejones estrechos. Podemos deducir la fecha aproximada en la que se ambienta la historia en 1893-95, pues fue cuando empezó su demolición porque tras la revolución de 1848, los judíos ya no estaban obligados a vivir allí.

La leyenda del Golem surge a partir de los comentarios medievales de *Sefer Yezirah* o *Libro de la Creación* y se convierte en el siglo XVIII en una leyenda, según la cual, el rabino Loew del siglo XVI, para proteger a los habitantes del gueto, creó un ser de barro.

En la novela, Meyrink utiliza esa leyenda como recurso. Su Golem no es una figura de barro, sino una figura fantasmal que reaparece cada 33 años y tiene tres funciones:

1.Representa el espíritu del antiguo gueto: es una presencia en una habitación sin puertas.

2. protagonista lo ve como su doble: es su pasado del que no se acuerda y que debe reintegrar y superar para poder avanzar.

3.Representa el reino fantasmal: opuesto al mundo material y a la auténtica iluminación espiritual.

Meyrink recurre a varias tradiciones esotéricas para crear una dimensión simbólica. La “unión mística” o “boda alquímica” como proceso simbólico de la iluminación, pero también está la filosofía de la Cábala judía (aunque el estudioso de la Cábala Gershom Scholem dijo que era pseudocábala), además del simbolismo de las cartas del Tarot.

Otras novelas de Gustav Meyrink

El rostro verde (1916): ambientada en Ámsterdam después de la guerra, se construye entorno a la leyenda del “judío errante”, un hombre primordial que no puede morir.

La noche de Walpurga (1917): se anticipa la revolución bolchevique, y la noche cósmica de Walpurga expresa la idea de que las fuerzas ocultas causan sucesos catastróficos en la Tierra.

El dominico blanco (1921): proceso de iniciación que culmina en la inmortalidad y la unión con el principio femenino. El protagonista sigue el camino del Tao llamado Shi Kiai y Kieu Kiai (la disolución con o de la espada), un camino de transformación (parecido a la alquimia europea) del cuerpo físico en cuerpo espiritual inmortal, durante el cual el iniciado debe permanecer inactivo. En la novela eso se traduce en una clara falta de acción. En esta obra, Meyrink fusiona el cristianismo con las tradiciones chinas y la masonería, sugiriendo que el secreto de la inmortalidad no es exclusivo de una tradición en concreto.

El ángel de la ventana de occidente (1927): se dice que pudo ser una colaboración con el escritor F. A. Schmid Noerr. No se sabe el porcentaje que escribió cada uno. Gershom Scholem se refirió a ella como una “profunda novela mística”.

Sus creencias

Según las creencias de Meyrink, la persona está formada por un cuerpo físico y una esencia espiritual. La parte espiritual no viene de otro mundo, sino del mismo lugar que le cuerpo físico, pero no podemos percibirlo con nuestros sentidos físicos. Las fuerzas que necesitamos activar están dentro de nosotros por lo que debemos mirar hacia el interior.

Para Meyrink, la conciencia del hombre moderno está dividida. Con ayuda del yoga o la meditación podemos abrirnos el camino hacia nuestro interior y alcanzar la unión con nosotros mismos. Según esta visión, el Piloto es una parte de uno mismo, oculta a la conciencia.

En opinión de Meyrink la más valiosa enseñanza del «hermano Johannes» es que el alma no se encuentra en el cuerpo para abandonarlo, sino para transformarlo.

De acuerdo con sus creencias, la muerte del cuerpo físico no es el final, sino una transición a la inmortalidad del cuerpo espiritual.

Los comentarios de Meyrink sobre su proceso creativo a menudo eran contradictorias. A veces, afirmaba que era un artista y utilizaba el material ocultista como recursos literarios para entretener al lector, otras veces decía que son vehículos para sus enseñanzas ocultistas.

Con todo, sus creencias subyacen en sus novelas donde toman diferentes formas: la Cábala, la alquimia, el yoga…pero el mensaje que quería transmitir como nunca debía quedar demasiado evidente.

Como conclusión, podemos decir que tras años de búsqueda espiritual en el exterior, Meyrink encontró las fuerzas espirituales que yacía ocultas en su interior.