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Merlín en la Historia de Britania: Orígenes, Profecías y Misterios

Hablar de Merlín consiste en desmitificar la imagen que hemos ido adquiriendo en el presente de esta figura del Ciclo Artúrico. Lo que conocemos de Merlín es que es un mago que pertenece a la corte del rey Arturo, la imagen que nos ha proporcionado Disney y el cine es la de un hombre peculiar, que juega el papel de loco de la corte y que su magia es casi siempre usada como un medio de rescate.

Quizás hablar de Merlín significa transformar la imagen del mago a una mucho más interesante y con menos datos verídicos. Pero de esta forma permitir ampliar la imaginación a lo que podría haber sido esta representación mágica.

Son muchísimas las historias con datos dispersos que podemos encontrar en torno a este mago, sin embargo, intentaré ceñirme a los principales datos que me han parecido interesantes en su lectura e investigación.

La voz del Antiguo Bardo – William Blake

Historia Regum Britanniae

La primera vez que aparece la mención de Merlín es en el libro de La historia de los reyes de Britania de Geoffrey de Monmouth en 1138.

Geoffrey es de origen galés, no se conoce con exactitud su formación, pero sí que es posible que fuese un clérigo que se formó en alguna escuela de Oxford antes de que existiese la universidad y que después fue nombrado obispo de Saint Asaph en Gales hasta su muerte en 1155.

El obispo era consciente de su procedencia británico celta y quería cuidar la historia de aquellos ancestros con un proyecto de la historia de sus antiguos reyes. Un clérigo culto que conocía las tradiciones, las leyendas y genealogías, por lo que La historia de los reyes de Britania, no se convierte en tan solo, una historia de reyes.

Para rescatar estas historias, el autor cuenta con pocas obras escritas de las que sacar información. Una de ellas es un tratado británico del siglo IV escrito por Gildas y otra es Historia Británica de un monje galés del siglo IX, Nenio. Algunos estudiosos comentan que la Historia de Geoffrey es una copia traducida del galés de Nenio, sin embargo, la Historia guarda muchos más detalles de los que creemos y aún se siguen investigando.

No se sabe si la Historia también tenía un propósito político, de unificación o una exaltación de algún tipo de sentimiento nacional, pero Geoffrey se permite añadir ciertos inicios para darle a su Historia una categoría de nación <<civilizada>>. Para ello, al igual que el mito de los orígenes de Roma, Geoffrey recurre a Virgilio y plasma un relato parecido con la fundación de una nación anglosajona que más adelante marcará en el pensamiento de lo que será un imperio como el que luego sería el inglés.

En este caso Bruto, un bisnieto de Eneas, acude a la liberación de descendientes troyanos en Grecia y después de perderse en el mar con ellos, encuentra una isla. En la isla hay un templo de Diana y reza a la diosa. La diosa se le aparece en sueños y le dice que debe navegar a una isla más allá de la Galia, una isla que fue habitada por gigantes y de la que nacerán reyes de su sangre, una segunda Troya que someterá a las naciones del universo. Bruto zarpa en busca de la isla y llega a Totnes en Devon. La isla anteriormente se llamaba Albión y Bruto le da el nombre de Britania. También fundan Nueva Troya, lo que hoy en día es Londres.

En el año 410 el Imperio romano se retira de Britania tras la campaña de Magno Clemente Máximo un hispano también conocido en Galia como Macsen Wledig. Máximo emprende su campaña contra el emperador y gana así el título de coemperador de Galia, Hispania y Britania. Después de la caída de la Roma Occidental de Constantino III y la muerte de Máximo a manos de sus propios hombres, poco se sabe de esa parte de la historia de Britania, apodada como la <<Edad Oscura>>.

La isla fue invadida por distintos grupos como los irlandeses (escotos), sajones, anglos y pictos. Aquí uno de los primeres reyes o rey de reyes de la Historia es Vortigern que permite que todos estos pueblos se establezcan en el país a cambio de prestar sus servicios en contra de otros invasores. Pero Vortigern ya le había quitado el poder a otro rey, Constantino, que tuvo tres hijos Constante, un clérigo, Aurelio Ambrosio y Úter, según Geoffrey, el padre de Arturo. De estos hablaremos más adelante.

La primera mención a Merlín

Constante es asesinado por los pictos para que Vortingern consiga la corona, pero Aurelio y Úter huyen a Bretaña con la esperanza de volver, algo que reconcome a Vortigern. Poco después de estos hechos, llegan la invasión sajona de Hengist y Horsa que traen tradiciones paganas para los británicos como las creencias en los dioses Woden y Freya.

La estrategia de los acuerdos de Vortigern con los sajones acaba siendo una mala idea ya que Hengist lleva el mando de un grandioso ejército que toma las principales ciudades británicas, entre ellas Londres.

Gracias a estos detalles que no son baladí, nos acercamos poco a poco a la primera aparición de Merlín en la historia.

Dinas Emrys – William Turner , Tate Britain

Vortigern está desesperado por la invasión y necesita saber qué cauce tomar para derrotarlos, por lo que pide ayuda a unos magos que le aconsejan que desista y que construya una fortaleza lo más lejos posible en la que se pueda esconder. El lugar en el que decide cobijarse es Dinas Emrys en Snowdonia.

Para más pesar de Vortigern ordena la construcción de una torre, ésta siempre acaba derrumbándose de todas las formas. Así que Vortigern vuelve a consultar a sus magos y estos le dicen que tiene que matar a un niño y regar con su sangre los cimientos de la construcción. El niño tenía que ser un niño sin padre.

Los mensajeros de Vortigern viajan a Carmarthen y encuentran a un niño al que le insultan por no tener padre, su nombre es Merlín. Solo se conocía a la madre de Merlín que era hija de un rey de Demecia llamado Dyfed y vivía en una iglesia con una comunidad de monjas.

Merlín y su madre viajan a ver a Vortigern y tienen una buena acogida. Pero Vortigern se interesa mucho por la madre de Merlín y el nacimiento de éste. Ella con una sinceridad cautivadora confiesa que nunca tuvo relaciones con nadie, que por las noches se presentaba un joven apuesto en su habitación y luego se desvanecía. Que a veces este joven le hablaba cuando era invisible y de esa forma mantenía relaciones con ella. Con esta confesión de la madre de Merlín, la corte piensa que el padre de Merlín es un íncubo, una especie de espíritu o demonio y eso hace que aparezca una sensación de miedo y respeto hacia el muchacho.

Vortigern comenta a Merlín que tiene que sacrificarlo porque necesita construir su torre, pero éste, mucho más astuto, pregunta a los magos qué hay en los cimientos y no tenían respuesta a su pregunta. Así que Merlín contó que debajo de los cimientos había un estanque subterráneo que había que drenar, encontrarían dos piedras y dentro de ellas habría dos dragones durmientes.

Merlín acertó, encontraron a dos dragones que comenzaron a luchar entre sí, uno blanco y otro rojo, el rojo ganó al blanco.

El Nacimiento de Merlín y sus profecías

El nacimiento en la literatura o en la historia de Merlín comienza por la atracción de Geoffrey por las profecías galesas. Estas profecías estaban inspiradas en la poesía, canciones o historias de los bardos, también llamados awen.

Entre los awen formaban parte hombres y mujeres con capacidad para entrar en trance, eran usados como oráculos muy parecidos a las adivinaciones que hacían las pytias.

La idea de Merlín la toma Geoffrey de un poema del año 930 titulado Armes Prydein o La Profecía de Britania que recopilaba distintos presagios y uno de ellos estaba descrito por un tal Myrddin al que cambió el nombre a Merlín por el tono mal sonante que tenía su traducción al latín. Estos poemas adivinatorios se relacionan a menudo con el Homo sylvester que es un un tema muy nombrado en textos galeses.

Novela del siglo XIII copiada en Bourges hacia 1480-1485
BnF, Manuscritos, francés 91 fol. 1

Como hemos leído anteriormente Merlín aparece porque tiene que ser sacrificado, pero se cree que podría ser un ritual druídico muy antiguo. En Somerset existe un castillo, el castillo de Cadbury, en el que unos arqueólogos encontraron un esqueleto de un hombre joven en un hueco bajo la muralla.

La confesión de la madre de Merlín de la concepción de su hijo es uno de los grandes temas de la Historia. Hablamos casi de un nacimiento virginal, de la hija de un rey y quizás muy parecido al que luego sería el nacimiento de Arturo. El padre es un gran desconocido, un espíritu que quizás, con las primeras ideas del cristianismo se le atribuye la idea de ser un íncubo o un demonio. Este tipo de nacimiento y la relación con el ser que es su padre, es algo que será lo que le de a Merlín un poder del inframundo, algo completamente desconocido y siempre de la mano de lo oculto, lo mágico y lo pagano. Y aunque sepamos de la existencia de la madre, la madre carece de nombre en la Historia.

Un dragón blanco y un dragón rojo

Manuscrito del siglo XV de Historia Regum Britanniae: Biblioteca del Palacio de Lambeth

El episodio de la lucha de los dos dragones en la fortaleza de Vortigern no quedá ahí, es el principio de una de las profecías de Merlín. Esta idea aparece del libro del monje Nenio en el siglo IX en la que encontramos a estas dos criaturas llamados gusanos, un nombre al que le daba a los dragones en el folklore. Pero estos dos dragones ya aparecen en el Mabinogion como dos dragones que había apresado el rey Lludd.

Britania tenía una plaga de Coranieid, que son seres parecidos a las hadas de una forma maligna porque podían oír cualquier conversación en el viento. Otra plaga en Britania era un aullido terrible que se desconocía el origen, pero que se oía en todo el reino en la víspera de mayo y hacía enloquecer a la gente. La plaga de los Coranieid los eliminó con una serie de insectos que no solo afectaba a estos seres, pero el origen del alarido horrible era un dragón que estaba siendo atacado por un dragón que no pertenecía a Britania.  Lludd encontró la solución cavando un foso en el centro del reino, que sería lo que ahora conocemos como Oxford y apresó a los dragones. Después los llevo a Snowdonian en Dinas Emrys y los encerró en el contenedor de piedra.

Cuando preguntaron a Merlín por el significado de estos dos dragones estalló en lagrimas y podría decirse que entra en un estado de trance en el que empieza a responder. El dragón rojo representa a Britania y el blanco a los sajones, pero el dragón británico está condenado a la derrota. Vaticina un futuro inmediato muy oscuro, pero habla de que el dragón rojo se recuperará con el Jabalí de Cornualles, un nombre que se le atañe a Arturo. Esté Jabalí echará a los romanos y gobernará sobre Britania, otras islas del océano y los bosques de Galia.

La construcción de Stonehenge

Representación de Stonehenge por Lucas de Heere (1573)

Para muchos británicos uno de los lugares mágicos por excelencia, más conocido y visitado es el crómlech que forma Stonehenge. Este lugar alberga mucha mitología y muchas personas creen que mantiene el trono de los crómlech. Aunque recientemente se ha encontrado uno en Huelva mucho más grande y antiguo y a pocos kilómetros de Stonehenge podemos encontrar los menhires y crómlech de Avebury que también mantienen un misterio o incluso los que pertenecen a Escocia. Esto no le quita valor, pero sí nos da una idea de que quizás es un valor simbólico nacional.

Otro de los reyes de Britania, Aurelio, quiere crear un monumento o cementerio de reyes para el recuerdo que Vortigern había destruido. Aurelio le pide a Merlín que prediga algo sobre esto, pero aquí Merlín se despoja de sus habilidades mágicas diciendo que eso solo se hace en casos de extrema necesidad. Pero cuando le preguntaron por un plan para construir el monumento Merlín compartió lo siguiente; Se tenía que traer el Círculo de los Gigantes de Irlanda (Hibernia) que se encontraba en el monte Killaraus. Era imposible traerlos, pero si lo conseguía jamás sería destruido. Estas rocas al parecer tenían poderes mágicos espirituales y físicos. En Irlanda y en África había una época en la que existían gigantes que traían esas piedras en las que, si se derramaba agua o se bañaba en ellas, curaban a las personas.

Las leyendas y la mitología entorno a los gigantes es global, desde los titanes griegos, los Jotunheim nórdicos o los ayudantes de Noé en la Biblia. Aunque sepamos que la parte más antigua de Stonehenge data del 5100 a.C. y podemos leer muchas investigaciones novedosas y actuales sobre ello, parece que ya en el medievo galés se le consideraba un lugar sagrado de interés histórico y nacional. Pero sobre todo que en este contexto, su construcción tiene la raíz en la inteligencia y astucia del mago más conocido, Merlín.

Un dios antes que el mito, antes que la isla

Si buscamos más datos sobre la posible existencia de Merlín o incluso en las propias historias, encontraríamos que podrían existir diferentes Merlines, como quien nombra al mismo dios con distintos nombres.

Un caso de esta encrucijada de los posibles Merlines se da cuando Britania empieza a cristianizarse de una forma cada vez mayor. San Kentigern, también apodado Mungo, viajo por la isla de Britania y dió con un bosque llamado Celidon. En este bosque encuentra al personaje Homo sylvester del que hemos hablado anteriormente. Un lunático, semidesnudo que corría hacia él al que preguntó su nombre y se hacía llamar Lailoken. Lailoken decía ser un mal cristiano que estaba haciendo penitencia por provocar una gran batalla, pero descubren que este hombre tiene el don de la profecía y que también se lo conoce como Merlín.

Bailan disfrazados de salvajes en la boda de Sidonia y Genelet – Biblioteca de la Universidad de Heidelberg 1475

En distintas historias el Merlín loco que vive en los bosques recupera su cordura de distintas formas, pero muchas de ellas están relacionadas con beber de un manantial o de un agua, como quien bebía del río Mnemósine del inframundo para recuperar la memoria en la mitología griega.

Para entender a Merlín como un posible dios tenemos que volver a la etimología de su nombre. Aunque sabemos que <<Myrddin>> era el primer nombre de Merlín, en británico existía también el nombre de Moridunon que significa <<fortaleza marina>>. En galés se le añadió el prefijo <<Caer>> que junto con <<Myrddin>> la traducción es << La frotaleza-fortaleza del mar>> que también da nombre a Carmarthen, lugar donde nace el mago.

El origen del nombre de la ciudad es prehistórico, pero en el Libro blanco de Rhydderch podemos leer que la Isla antes de colonizarse se llamaba Dominio de Myrddin y una vez colonizada pasó a llamarse La Isla de la Miel. Estaríamos hablando de un nombre prehistórico de la Isla y que quizás estuviera deshabitada y que, sin embargo, ya tenía un nombre que no se conoció hasta la Edad Media. Esto nos dice que antes de que supiéramos quien era Myrddin o Merlín, este era un lugar de culto de una deidad todavía desconocida.

Vivien y Merlín por Julia Margaret Cameron (1874)

Otra de las ideas entorno a la deidad de Merlín, sería la propia deidad de Morgen o Morgana. Un personaje que aparece en el Ciclo Artúrico como semi hermana de Arturo, como maga o aprendiz de Merlín, una sanadora, matemática, capaz de cambiar de forma y volar sobre Francia o Italia. Después esta figura pasó a ser conocida como Morgana le Fay a la cual trataron de degradar y ser la causa del terrible final de Merlín. Muchos fueron los autores encargados de eliminar por completo la idea de Morgana como diosa hasta el libro de Sir Gawain y el caballero verde que la vuelve a dar el nombre de diosa y no consiguieron eliminar esta idea.

Por otra parte, a Merlín también se le atribuyo un carácter druídico. Los druidas también son considerados magos, bardos, jueces, médicos o personas capaces de contactar con espíritus. Uno de los conocimientos de los druidas era la astronomía y las matemáticas, se considera que podrían haber adquirido conocimientos parecidos a los pitagóricos, sin embargo, esta información está completamente tergiversada.  Aunque no nos parecería una locura tras los conocimientos que tuvo Merlín para trasladar el crómlech desde Irlanda a Inglaterra. Este paralelismo con la religión romana o griega también se da porque se conocía que también realizaban ritos muy parecidos a la incubatio y su posible relación con los hiperbóreos.

Los hiperbóreos son llamados <<los que moran más allá del viento del norte>> y se dice que Pitágoras habría conocido a uno llamado Abaris. Se consideraban sacerdotes de Apolo, pero tampoco se tiene mucha información sobre ellos, que eran de la ciudad de Hiperbórea quizás cerca de Tracia. Aristeas, un sacerdote de Apolo viajó a Asia y dijo haber encontrado a los hiperbóreos en lo que hoy se considera Rusia y en otros pueblos celtas, por lo que se le atribuye también propiedades chamánicas.

Pero la relación de los hiperbóreos con Britania la encontramos con Hecateo de Abdera en el siglo IV a.C. que viaja a la Isla y considera que es un lugar donde se encuentran estos seres. En palabras del historiador Didioro << frente a la costa de Galia céltica hay en el océano una isla, no menos que Sicilia, situada al norte, que está habitada por los hiperbóreos>>. También dice que ahí nació Letona (Leto) la madre de Apolo y Artemis y que ahí hay un templo redondo dedicado a Apolo. Esta información nos podría llevar a Stonehenge o a un dios británico que se podría comparar o reemplazar como Apolo como podría ser Merlín o Myrddin.

Existió una inscripción de una deidad relacionada con la música llamada Maponus y se podría relacionar con el nombre de Mabon en el norte de Gales. Mabon es otro personaje que aparece en relatos artúricos. La académica en estudios literarios medievales y celtas, Rachel Bromwich hace hincapié en cómo se nombra a este personaje <<Mabon, hijo de Modron>> que desde el galés tendría una tradicción similar a <<Hijo, hijo de Madre>> por lo que Modron podría ser una Diosa Madre y Mabon podría ser hijo que no tuvo padre terrenal, como lo fue Merlín.

Todas estas lecturas y datos podríamos hacernos a una idea de que quizás antes de que los griegos conocieran Britania, existían un dios parecido a Apolo que podría tratarse de un dios celta de la zona como podría ser Myrddin.


Imagen de Portada: Idilios del rey, de Alfred Tennyson, ilustrado por Gustave Doré. Londres: Edward Moxon and Co., 1868.